jueves, 21 de noviembre de 2013

Murphy vs Ali

Siempre me he sentido cautivada y fascinada por Muhammad Ali.
No por el Ali que ganaba combates a base de KOs, si no el de los últimos años de su carrera.
Cualquier experto en boxeo, diría que no tengo ni idea sobre el deporte y que deliro.
Pero lo cierto, es que me quedaba maravillada viendo a ese púgil, que en un momento de su vida fue el rey, caer en picado y aún así resistir.
Durante su última época, ese hombre se mantenía firme asalto tras asalto. Recibía golpe tras golpe, como si de una estatua de hierro se tratara. Era la resistencia vs la técnica. Esperaba el agotamiento de su contrincante. Sabía que llegaría, sólo era cuestión de esperar...

Ahora soy yo la que está en el ring.
Es mi momento de luchar contra la mala suerte, el destino, Murphy o cómo quiera que se llame.
Me mantengo firme, recibiendo hostia tras hostia sin inmutarme. Incluso le sonrío mientras pienso, "no podrás agotar mi resistencia, ya te cansarás"...
Hasta que en un golpe, me agarra del cuello y me dice:
"Acabarás temblando frente a mí, como Muhammad lo hizo frente al Parkinson..."


martes, 19 de noviembre de 2013

Mis muletas

Quiero caer pero no me dejan.
Cuándo creo que ya es hora de tocar suelo, de repente, aparece esa gente que me coge por la axilas y me eleva.
Hay abrazos físicos que saben a vacío, y hay palabras a distancia que tiran de ti y te izan como si fueses una bandera.
Y yo no quiero ondear, pero cuando miro hacia abajo y veo sus caras, sé que tengo que moverme...
Gracias por esa palabra a tiempo. Gracias por sacarme una sonrisa. Gracias por ser mis muletas cuando me fallan las piernas...

viernes, 15 de noviembre de 2013

Reír vs llorar

Me dicen que llore.
Que llorar es bueno.
¿Y qué ocurre si no sabes?
¿Qué ocurre cuando sólo sabes hacer como si nada ocurriera?
¿Qué ocurre cuando tu mejor terapia es reír?
Las lágrimas no son dulces, ni calman ni alivian.
Es jodido tener que llorar y no querer hacerlo...

jueves, 14 de noviembre de 2013

Fortaleza


Hay algo que he absorbido de mi padre desde que era una enana...
Ser fuerte.
No eran necesarias coderas ni rodilleras porque él siempre ha estado ahí para hacerme ver la herida. Me enseñó a no apartar la mirada de las cosas que duelen y a afrontarlas.
"No te preocupes, es una herida, pero curará..."
Ahora es mi momento de devolverle esa sabiduría. De estar ahí. De ser su betadine o simplemente su pañuelo de lágrimas.
Sé que será fuerte, y sé que yo lo seré junto a él...